Los edificios nacen, crecen y mueren como los seres vivos. Sin embargo, la huella ecológica de su paso por este mundo está muy lejos de ser ideal. Sea hormigón, ladrillo, plásticos, metales… Cuando llega la hora de la demolición los escombros van a acabar a un vertedero y sólo en algunas oportunidades, se utilizan para rellenar alguna cavidad. Son los llamados residuos de construcción y demolición (RCDs). Solo en la Unión Europea, cada año se generan 461 millones de toneladas de estos complejos desechos, en muchos casos de difícil reciclaje. Para afrontar su tratamiento hace falta, pues, un enfoque holístico que tenga en cuenta todo el proceso, desde el momento en que se levanta un edificio hasta el fin de su vida útil.
Hoy en día, algunos startups de la unión europea tienen una misión en común. Llevar los principios de la economía circular al proceso de construcción y demolición de edificios e infraestructuras. Es decir, obtener el máximo aprovechamiento de los recursos y cero residuos.
Eso suena muy bien, pero ¿en qué consiste?. Pues consiste de tres grandes áreas de trabajo.
- Desarrollo de metodologías. Uno de los primeros aspectos. Soluciones metodológicas y las herramientas para controlar los tipos, calidades y cantidades de materiales que se van a utilizar en la construcción de un proyecto y cuáles serán los RCDs resultantes. Para ello, se está desarrollando una nueva herramienta Smart BIM-SD (Building Information Modelling) y un sistema de rastreo de materiales que permite clasificar los recursos aprovechables e inventariarlos. *(Para el 2015 todas las construcciones de Chile deberán presentar un anteproyecto en BIM)
- Desarrollo de tecnologías para producir materias primas de alta pureza. Una vez que se ha establecido la cuantía y calidad de los RCDs, es el momento de encontrar la forma de recuperarlos. Por medio de técnicas de selección, trituración y electro-fragmentación selectiva, el objetivo es producir materias primas que tengan entre un 80 % y un 100 % de pureza. Estas tecnologías se complementarán con sistemas para el análisis de la calidad de las materias primas obtenidas, un aspecto crucial para la durabilidad y fiabilidad de las estructuras. Se calcula que estas medidas serán un 20 % más eficaces que las soluciones de reciclaje habituales.
- Utilización de nuevos materiales de construcción. Tras producir estas materias primas a partir de RCDs, el siguiente paso consiste en sustituir o complementar las materias primas vírgenes con nuevos materiales. Entre ellos destaca un cemento con una huella de carbono un 10 % inferior a la actual, un hormigón verde que contiene más de 1.300 kilos de materia agregada por metro cúbico de hormigón nuevo, ladrillos con un 10 % de materiales reciclados o paneles de yeso con un 50 % de materiales reciclados, incluyendo fibras de madera y lana mineral entre otros.
Algunos casos que hoy podemos discutir se encuentran en grandes ciudades como Madrid, Sidney, Manchester, Londres y muchas más donde las infraestructuras están aplicando materiales compuestos.
Estamos avanzando día a día para innovar en nuevos materiales que hagan de ésta una industria sustentable y libre de emisiones.